24 de octubre de 2016 - Alejandra María Sosa Elízaga
Como cristianos, estamos llamados a celebrar el bien y lo bueno, así que vale la pena hacer un verdadero esfuerzo por recuperar el espacio perdido.
Como cada año por estas fechas, comercios y calles se inundan de diablos, fantasmas, monstruos, calacas, y demás parafernalia del ‘Halloween’, mucha gente lo toma como algo normal e incluso divertido, pero pensándolo bien, desde el punto de vista cristiano, ¿qué tiene de divertido disfrazar a los niños o decorar la casa con personajes que representan el mal, la tiniebla, lo opuesto a Aquél que es la Luz del mundo, enemigos del Señor en quien creemos?
Como cristianos, estamos llamados a celebrar el bien y lo bueno, así que vale la pena hacer un verdadero esfuerzo por recuperar el espacio perdido, y rescatar la víspera de la Solemnidad de Todos los Santos para festejarlos a ellos y agradecerles que nos dan tan buen ejemplo y se la pasan intercediendo por nosotros.
Falta más de una semana, hay suficiente tiempo para organizar un festejo en familia, en el grupo o la comunidad parroquial. Aquí tienes diez sugerencias prácticas para que tomes ideas:
1. Disfraces de santos. Que todos, niños y adultos, vayan disfrazados de santos, y cada uno platique por qué eligió ese disfraz, qué es lo que le gusta de ese santo o santa.
2. Dulces con estampitas. A los niños que toquen a la puerta pidiendo dulces, no darles golosinas decoradas para Halloween, sino golosinas normales a las que se les dibujen caritas sonrientes con aureola, y regalar también estampitas de santos (se pueden mandar hacer fotocopiadas y recortadas, por ejemplo, de nuestro nuevo niño santo san Joselito).
3. Dividir a los asistentes a la fiesta en equipos, darles material (papel crepé, de china, cuerdas, etc.) para que se diviertan elaborando un disfraz de santo para disfrazar a algún miembro del equipo, y que cada equipo explique por qué eligió ese santo, y cuente lo que sepa de su vida. Y a todos darles premio por su ingenio y esfuerzo.
4. Que chicos y grandes se entretengan haciendo e iluminando dibujos de sus santos favoritos, (no le hace que no les salgan perfectos), para pegarlos en la pared como exposición.
5. Recortar aureolas de papel y pegarlas en la pared a diferentes alturas, para que los asistentes se paren delante de la pared y se les tome foto y parezca que tienen aureola. Quedan muy simpáticas las fotos de todos convertidos en ‘santitos’.
6. Que cada uno de los asistentes se prepare con anticipación para contar alguna anécdota interesante, conmovedora o divertida de algún santo.
7. Organizar un mini festival de videos de vidas de santos.
8. Poner en el avisero de la iglesia o en alguna pared de la casa, papeles con frases favoritas de diversos santos, sobre todo del santo patrono de esa iglesia particular.
9. Asistir juntos el día 1° de noviembre a la Misa de la Solemnidad de todos los Santos.
10. Leer lo que enseña el Catecismo de la Iglesia Católica acerca de los santos (en C.I.C. # 956-957, y al final hacer una oración para pedir la intercesión de los santos, en especial de los patronos o favoritos de los asistentes.
La intención es que puedas organizar un festejo sencillo, divertido, en el que estén presentes las dos cosas que más gustan del Halloween a los niños: disfrazarse y recibir dulces, pero dándoles un giro, para que no sea una fiesta pagana y mucho menos anti cristiana.
Anímate y envíanos las fotos de tu evento, para publicarlas en las páginas web y de facebook de Desde la fe. ¡Celebremos a los santos, no a los espantos!
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