A Jesús no le valen las medias tintas, las almas insípidas.
Él quiere cristianos solo de una pieza; tiene el corazón abierto para todos, también para los corazones más obstinados, pero no quiere saber nada del respeto humano.
Muchas veces nos ha dicho que no podemos servir a Dios y al mundo.
Él ha hablado claro, que si queremos contentar al mundo, no estamos con Él, estaremos en contra de Él.
Tú sabes que ciertas amistades son un continuo peligro para el alma y comprendes que no te dejan tranquila la conciencia y no te sientes con fuerza de romper esa triste cadena.
¿Cuántas veces no has observado los preceptos de la Iglesia por no huir de las críticas de alguna mala lengua?
Artículo enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales
Fuente: webcatolicodejavier.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario