En el día de hoy la Iglesia, que desde hace siglos ha querido honrar el nombre de la Santísima Virgen, celebra la festividad del Dulce nombre de María.
Ella fue elegida, desde antes de nacer, por el Padre para traer a su Hijo al mundo.
Dios la eligió y quiso que la primera portadora de Cristo fuera concebida sin pecado original, la única criatura pura y limpia y que tuviera el más dulce de los nombres.
El nombre de María, tiene tres significados: Señora, Princesa y Doncella.
Ella es también Princesa por ser descendiente del Rey David, según S. Juan Damasceno, Padre de la Iglesia, por lo que ostenta y merece éste y muchos Títulos más.
María es doncella porque así permaneció tras concebir al Hijo de Dios.
María es sin duda el más dulce de todos los nombres, y en este único nombre están incluidas todas las advocaciones.
Muchos nombres distintos para una misma Madre.
La dulzura de su nombre, es la que hace que se despierte en nosotros este amor filial al invocar a la Hija Predilecta de Dios y Madre de toda la humanidad.
Bajo su protección y su ayuda nos acercamos al Señor y a la Salvación.
Es Ella quien como Madre se enternece por sus hijos e intercede por nosotros ante Dios. Ella es la Causa de nuestra alegría y el Consuelo de nuestras almas.
BENDITO SEA EL NOMBRE DE MARÍA, VIRGEN Y MADRE.
Artículo enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales
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