29 de marzo de 2020
Querido hermano:
Nosotros permanecemos firmes, con confianza inamovible, creyendo en lo bueno del hombre, en la victoria del bien. Sobre esto construimos todo.
Este momento de gran incertidumbre nos enseña algo que ya sabíamos pero que preferimos olvidar: somos muy vulnerables.
La percepción de la vulnerabilidad es, en esta ocasión, colectiva, y nos hace ver que de un día para otro nuestras preocupaciones cotidianas carecen de sentido si no tenemos otras cosas que damos por supuestas (tener salud, trabajo, una economía que funciona).
Quizás sea un excelente momento para mejorarnos, para cambiar algunos hábitos, algunos pensamientos, para repensar nuestra filosofía y forma de vivir.
Pidamos por quienes sufren los daños colaterales de esta crisis.
De un modo especial por los empresarios que ven peligrar su medio de subsistencia y por los obreros que, como consecuencia, se quedan sin trabajo.
Que pronto todo pueda volver a la normalidad.
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Enviado por:
Jesús Manuel Cedeira Costales.
Jesús Manuel Cedeira Costales.
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