Elevemos una oración por los fieles difuntos. Dios de
misericordia y amor, ponemos en tus manos amorosas a nuestros hermanos y
hermanas que has llamado de esta vida a tu presencia.
Oremos juntos:
Dios de misericordia y amor,
ponemos en tus manos amorosas
a nuestros hermanos y hermanas
que has llamado de esta vida a tu presencia.
En esta vida les demostraste tu gran amor,
y ahora que ya están libres de toda preocupación
concédeles pasar con seguridad las puertas de la
muerte
y gozar de la luz y la paz eterna.
Habiendo terminado su vida terrena recíbelos en el
paraíso,
en donde ya no habrá tristeza ni dolor,
sino únicamente felicidad y alegría con Jesús, tu
Hijo,
y con el Espíritu Santo, para siempre.
Amén.
Fuente: Revista
Almas, publicación mensual Misioneros de Guadalupe.
Enviado
por:
Jesús Manuel
Cedeira Costales.
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