sábado, 31 de marzo de 2018

EL CIRIO PASCUAL




Se llama Cirio Pascual a la vela que se consagra y enciende en la Vigilia Pascual en la liturgia romana de la noche del Sábado Santo; y es signo de Cristo resucitado, y su luz.

Características

El cirio es renovado precisamente en esta ceremonia, sustituyéndose el del año anterior. Su tamaño puede variar, aunque ha de ser mayor que el de resto de velas del templo. Suele tener pintada una cruz en uno de sus lados.



Historia

El cirio se encendía con el fuego nuevo y también servía para la bendición de las fuentes bautismales. Otros atribuyen el origen del cirio pascual a las columnas de cera que Constantino mandaba encender la noche de Pascua y algunos, a la costumbre que había de escribir en un cirio bendito todas las fiestas movibles que dependían de la Pascua. Más adelante, estas fiestas se escribían en una tira de papel o pergamino que se fija en el cirio como se practica todavía en algunas catedrales. La sagrada Congregación de Ritos decretó en 19 de mayo de 1607 que se encendiese el cirio pascual los tres días solemnes de Pascua, sábado in albis y todos los otros domingos hasta la Ascensión. La liturgia actual señala que el cirio pascual se enciende durante todas las ceremonias del tiempo de Pascua, es decir, desde la Vigilia Pascual hasta el domingo de Pentecostés, pasados cincuenta días (ocho semanas).

Ritual de bendición y encendido



 El actual misal de mar tercera edición "típica" de 202, señala de este modo la bendición del cirio y su encendido:

Con las luces de la Iglesia apagadas, en un lugar, fuera de la Iglesia se reúne el pueblo alrededor de una hoguera encendida. Llega el sacerdote con los ministros ayudantes: uno de ellos lleva el Cirio Pascual. El sacerdote comienza la misa como de costumbre y hace una pequeña explicación, como indica el misal. Luego bendice el fuego diciendo:

Oh Dios, que por medio de tu Hijo has dado a tus fieles el fuego de tu luz, santifica (y hace la señal de la cruz sobre el fuego) este fuego, y concédenos que la celebración de estas fiestas de Pascua enciendan en nosotros deseos tan santos que podamos llegar con corazón limpio a las fiestas de la eterna luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Luego, según la tradición o costumbre se marcan unas señales en el Cirio: una cruz, las letras "Alfa" y "Omega" y las cifras del año en los ángulos de la cruz, mientras el sacerdote dice:

Cristo ayer y hoy ; se traza la raya vertical

Principio y fin; se traza la línea horizontal

Alfa; se traza la letra alfa sobre la línea vertical

Y Omega; se traza la letra omega abajo de la línea vertical

Suyo es el tiempo; se traza el primer número del año en curso, el el ángulo superior izquierdo de la cruz

Y la eternidad; se traza el segundo número del año en el ángulo superior derecho

A él la gloria y el poder; se traza el tercer número del año en el ángulo inferior izquierdo

Por los siglos de los siglos. Amén; se traza el cuarto número del año en el ángulo inferior derecho

(Aunque en muchos trazados artísticos, esta forma a veces cambia).



A continuación se incrustan cinco granos de incienso en forma de cruz (primero el palo vertical, luego el horizontal), mientras se dice:

Por sus llagas

santas y gloriosas

nos proteja

y nos guarde

Jesucristo nuestro señor. Amén

Entonces se enciende el cirio con el fuego nuevo diciendo:

Que la Luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu.

Y se organiza una procesión de fieles y clero del lugar de la bendición al templo, que sigue a oscuras, encabezada por el cirio llevado en alto. Tres veces se detendrá esta procesión para elevar el cirio y cantar: "Luz de Cristo. Demos gracias a Dios". Todos los reunidos encenderán una pequeña velita de la luz del nuevo cirio después de la segunda aclamación. Llegados al centro del altar y cantada de nuevo la aclamación, se encenderán entonces todas las luces del templo. Se inciensa el cirio y se canta el llamado Pregón Pascual, un bello canto que anuncia la Resurrección de Cristo.



Usos durante el año litúrgico

El cirio se mantiene encendido durante todas las celebraciones realizadas durante el tiempo de Pascua, tanto la eucaristía, la palabra . El cirio es utilizado también durante los bautismos y confirmaciones realizados a lo largo del año. De él se tomará la luz que se enciende para cada uno de los nuevos bautizados. También se mantiene encendido durante los funerales como signo de esperanza en la resurrección.

Una vez concluido el tiempo Pascual, el Cirio se conserva dignamente en el baptisterio, junto a la Pila bautismal, a no ser que esté en el presbiterio -cosa a evitar-, en cuyo caso, se guarda convenientemente.

Es el símbolo más destacado del Tiempo Pascual. La palabra "cirio" viene del latín "cereus", de cera. El producto de las abejas. El cirio más importante es el que se enciende en la vigilia Pascual como símbolo de cristo – Luz, y que se sitúa sobre una elegante columna o candelabro adornado.



El Cirio Pascual es ya desde los primeros siglos uno de los símbolos más expresivos de la Vigilia. En medio de la oscuridad (toda la celebración se hace de noche y empieza con las luces apagadas), de una hoguera previamente preparada se enciende el Cirio, que tiene una inscripción en forma de cruz, acompañada de la fecha del año y de las letras Alfa y Omega, la primera y la última del alfabeto griego, para indicar que la Pascua del Señor Jesús, principio y fin del tiempo y de la eternidad, nos alcanza con fuerza nueva en el año concreto que vivimos. Al Cirio Pascual se le incrusta en la cera cinco granos de incienso, simbolizando las cinco llagas santas u gloriosas del Señor en la Cruz.

En la procesión de entrada de la Vigilia se canta por tres veces la aclamación al Cristo: "Luz de cristo. Demos gracias a Dios", mientras progresivamente se van encendiendo los cirios de los presentes y las luces de la iglesia. Luego se coloca el cirio en la columna o candelabro que va a ser su soporte, y se proclama en torno a él, después de incensarlo, el solemne Pregón Pascual.

Además del simbolismo de la luz, el Cirio Pascual tiene también el de la ofrenda, como cera que se gesta en honor de Dios, esparciendo su Luz: "acepta, Padre Santo, el sacrificio vespertino de esta llama, que la santa Iglesia te ofrece en la solemne ofrenda de este cirio, obra de las abejas. Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego, ardiendo en llama viva para gloria de Dios... Te rogamos que este Cirio, consagrado a tu nombre, para destruir la oscuridad de esta noche".



El Cirio Pascual estará encendido en todas las celebraciones durante las siete semanas de la cincuentena pascual, al lado del ambón de la Palabra, hasta la tarde del domingo de Pentecostés. Una vez concluido el tiempo Pascual, conviene que el Cirio se conserve dignamente en el bautisterio. El Cirio Pascual también se usa durante los bautizos y en las exequias, es decir al principio y el término de la vida temporal, para simbolizar que un cristiano participa de la luz de Cristo a lo largo de todo su camino terreno, como garantía de su definitiva incorporación a Luz de la vida eterna.

Conoce el sentido de unos ritos milenarios

El significado más importante del cirio pascual es recordarnos la victoria sobre la muerte de Jesucristo a través de la resurrección.

La resurrección de Cristo es simbolizada por la luz, por el fuego nuevo, que ahuyenta las tinieblas de la muerte y resucita victorioso. La luz, elemento natural, se convierte en símbolo de vida, felicidad, alegría y esperanza.

Entonces, iluminar la noche con el cirio pascual es representar la victoria de Cristo sobre la muerte, y estar envueltos en la luz de Cristo que nos llena de gozo y esperanza.

Jesús ya no yace en el sepulcro. Él es la luz del mundo, el vencedor de la muerte que nos ha obtenido la salvación. Y así como Cristo es luz del mundo, todos los cristianos estamos llamados también a serlo, con la luz de Cristo, a disipar la oscuridad de nuestro corazón y llenarnos de ella, pues sólo esta luz puede iluminarnos y guiarnos por el camino verdadero que nos lleva a la vida, sólo la luz de Cristo puede eliminar nuestra oscuridad interior y hacernos llevar una vida de acuerdo a nuestro ser como cristianos.



El ritual de la bendición se realiza en las parroquias cada año en la Vigilia Pascual, la noche del Sábado Santo, “la madre de todas las santas Vigilias” (san Agustín).

Su nombre proviene de la palabra hebra “pasach“, usada para referirse a la fiesta de la Pascua Judía.

La cruz es tradicionalmente el símbolo de Jesús. En un cirio de Pascua representa a Cristo y la luz eterna que nos da a todos nosotros, sirviéndonos de guía en las penumbras.

La letra griega alfa (ubicada en la parte superior del Cirio) y la letra omega (ubicada en la parte inferior del Cirio), son, respectivamente, primera letra y la última del alfabeto griego. En un cirio pascual representan que Cristo es el comienzo y el fin de todas las cosas. También nos recuerdan que la palabra de Dios es eterna (Apocalipsis 1:08: “Yo soy el Alfa y el Omega, dice el Señor, quien es, quien fue y quien ha de venir, el Todopoderoso”). Además nos hablan de que ahora y siempre Cristo está vivo en su Iglesia, y le da fuerza para afrontar una año más.

El año es colocado en el Cirio Pascual como símbolo de la presencia de Dios aquí y ahora. Puede ser situado en cada uno de los huecos de los brazos de la Cruz o en la parte inferior del Cirio.

Su luz presidirá la ceremonia litúrgica de la Vigilia Pascual, donde todos proclamaran la victoria de Cristo sobre la muerte con su resurrección.

El cirio pascual es encendido todos los días hasta el día de la Ascensión. También se enciende durante bautismos, como signo de la promesa de Juan el Bautista del Espíritu Santo a los bautizados en Cristo.



Artículo enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales



Texto de Sor Mª Trinitat Cabrero.

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