A las afueras de Oviedo (Asturias), en una colina y antigua cantera de la que, en su momento, se extrajeron las piedras con las que fue construida la catedral de la ciudad, se encuentra la iglesia del Cristo de las Cadenas.
En su interior se custodia el que, hasta el siglo XIX, se llamó Cristo de Laspra y que hoy se llama como la iglesia que lo contiene aunque, en realidad, la actual talla sustituye a la anterior, quemada durante la Guerra Civil.
En la que también fue destruido el templo, luego reconstruido.
En la que también fue destruido el templo, luego reconstruido.
Sin embargo, no es ni el Cristo ni la iglesia en el que está –y en la que se casaron los padres de la actual Reina de España Doña Letizia- lo que tiene tintes de leyenda, sino las cadenas que acompañan a la talla y de las que se desconoce su origen, de ahí que naciera una leyenda.
Cuenta la tradición que dos jóvenes a punto ya de casarse, hubieron de separarse días antes de la boda, cuando él fue llamado por el ejército para ir a la guerra. Caído preso, un fraile llevó a casa de la novia las cadenas que le retenían.
Ella se las llevó al Cristo, rezó por su amado, pero su amado murió y las cadenas quedaron en la iglesia.
Pese al trágico desenlace, lo cierto es que la iglesia sigue gozando del favoritismo de las futuras parejas, que quieren casarse aquí.
Fuentes: centraldereservas.com
Artículo enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales
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