Con el nombre de insignias, atributos o enseres se conoce indistintamente en el mundo cofrade a toda una serie de elementos distintivos de las hermandades.
El término más adecuado desde el punto de vista etimológico es el de insignia ya que según el RAE sería el emblema distintivo de una corporación además de toda bandera, estandarte, imagen ó medalla de una institución religiosa. Así, utilizamos el término "altar de insignias" para definir al montaje ornamental en forma de capilla que hacen las hermandades de las insignias antes de la salida procesional.
Los otros términos son algo más imprecisos ya que, por ejemplo, el término atributo se utiliza más actualmente para definir los elementos identificativos que se colocan directamente sobre las imágenes tales como coronas, ráfagas potencias, clavos, puñales, etc.; mientras el término enseres (siempre en plural, el singular no existe en la lengua castellana) se usa para definir a las herramientas propias de un oficio.
Vamos a pasar a hacer un análisis de las diferentes insignias que se utilizan en la Estación de Penitencia de nuestras hermandades y cofradías, para una mayor comprensión de su sentido, significado y ubicación dentro del cortejo, siempre desde la perspectiva de que las hermandades son asociaciones laicas de la Iglesia y, por tanto, atenidas a sus ritos y enseñanzas, que sacan en penitencia a la calle sus pasos a modo de altares como demostración pública de fe. De todos modos, hay que entender y respetar las peculiaridades de cada lugar, a pesar de que no guarden un sentido litúrgico o lógico. No hay que olvidar que este tema es fruto de una evolución a lo largo de los siglos y que, en diferentes lugares la evolución ha sido distinta.
Desde el momento en que se inicia la Estación de Penitencia, la Asociación deja de llamarse Hermandad y pasa a llamarse Cofradía. La Cofradía se divide normalmente en dos cortejos o cuerpos: el cortejo del Señor y el cortejo de la Virgen;aunque hay cofradías que sacan más o menos pasos.
Cada cortejo se divide en tramos o secciones separadas por insignias. Las secciones están compuestas por los hermanos de fila llamados penitentes ó nazarenos que van entre una insignia y otra portando cirios o codales (también llamados portacirios). Los cirios se llevan levantados y apoyados en la cintura hacia adentro, cuando la procesión se para, se bajan los cirios y se apoyan en el suelo verticalmente.
Dependiendo del carácter más o menos serio de la cofradía, los penitentes se situarán o no de espaldas al público cuando para la procesión. El número de penitentes en las secciones varía de una cofradía a otra pero suele rondar los 10 ó 20 por sección.
La primera sección de toda cofradía está compuesta por los hermanos de fila (penitentes) que van entre la Cruz de guía y el Senatus (o Banderas). Entre la primera y segunda sección se suelen colocar los hermanos de corta edad, en otras hermandades se les viste de monaguillos y se les reparte a lo largo del cortejo, utilizándose para el encendido de las velas de los penitentes.
La vestimenta del penitente está normalmente formada por la túnica, el cinturón o cíngulo, el capirote y el antifaz; el cual suele llevar en su parte delantera bordado el escudo de la cofradía. En muchos lugares se suele usar el término túnica para referirse a la vestimenta completa del penitente.
Además, en algunas cofradías se exige determinado calzado (negro, sandalias, etc), botonaduras o guantes (sobretodo en las de capa). En otras cofradías la capa con el escudo bordado forma también parte de la vestimenta del penitente, aunque en muchos casos la capa suele estar reservada a los miembros de la Junta de Gobierno o aquellos que porten insignias o las acompañen. Por supuesto, otro elemento que no debe faltar en la vestimenta del penitente es la medalla de la hermandad (en otros casos se sustituye por un Escapulario) la cual cuelga del cuello por medio de un cordón. Las medallas suelen ser plateadas, reservándose las doradas para los miembros de la Junta de Gobierno, aunque tampoco hay una regla fija para esto.
Se dice que la insignia es un Guión cuando tiene forma de bandera maciza colgada por el lateral y Bandera (o banderín, dependiendo del tamaño) cuando la misma cuelga desde arriba hacia abajo formado por tanto diversos pliegues. De todos modos, en Cádiz estos términos se usan de modo distinto como ya veremos más adelante.
La regla a utilizar para el acompañamiento de los enseres en el cortejo procesional es que se iluminan, aparte de los pasos como altares en la calle que son, todas las insignias que hagan referencia a la Santa Cruz (Cruz de Guía y Cruz Parroquial), Santísimo Sacramento (Banderas o Estandartes en referencia al culto que se le rinde al Santísimo Sacramento por parte de determinadas cofradías) y a los Dogmas de Fe marianos (Virginidad de María, Maternidad de Dios, Inmaculada Concepción y Asunción).
De todos modos, la mayoría de las cofradías suelen también iluminar las Verdades Fundamentales sobre María aun sin ser Dogmas de Fe (Corredentora, Mediadora Universal, Madre de la Iglesia y Reina de todo lo creado), cosa que demuestra una vez más como en determinados asuntos las cofradías van algo por delante de la jerarquía como ya pasó con la defensa de los ya Dogmas de la Inmaculada Concepción y Asunción.
El muñidor
En algunas cofradías, normalmente las más serias (las llamadas de negro), suele preceder el cortejo la figura del muñidor, servidor que hace sonar una campana de mano indicando la presencia del cortejo fúnebre.
También es costumbre en las hermandades de negro el poner dos parejas de ciriales (o faroles) antecediendo a la Cruz de Guía, esta costumbre tiene su origen en que antiguamente la Santa Cruz se solía sacar portada en unas parihuelas al inicio del cortejo, especialmente en las hermandades de la Vera Cruz (caso actual de la hermandad de la Vera Cruz de Jerez).
Muñidor: Es la persona que gestiona activamente para concertar tratos o fraguar intrigas; también es el criado de una Cofradía, que sirve para avisar a los hermanos a las fiestas, entierros y otros ejercicios a que deben concurrir.
La Cruz de Guía
Todas las cofradías inician sus desfiles con la Cruz de Guía, la cual es llevada por un hermano vestido con la túnica de penitente al que se le suele llamar crucero.
Es por tanto, la insignia de mayor importancia en el cortejo procesional.
Su precedente es la manguilla ó cruz alzada (elemento de pequeño tamaño, coronando una vara, bajo la cual se extiende un armazón de forma cilíndrica cubierto de tela ligeramente bordada y rematado por una cruz, actualmente en desuso desde el Concilio Vaticano II) y simboliza el carácter cristiano de la procesión, representando además la cruz que todo cristiano debe seguir.
Las Bocinas
La Bocina es una insignia en forma de trompeta que lleva unido a un tubo paños de terciopelo normalmente bordados y que se suele llevar en el hombro del penitente. Pueden observarse Bocinas (en algunos lugares se les llama Trompetas) en diferentes lugares del cortejo,según tome la cofradía como referencia de su significado. No está bien definido su origen. Unos dicen que antiguamente indicaban la marcha o parada de la cofradía (por esa razón iría al principio del cortejo, delante ó justo detrás de la Cruz de Guía; personalmente me decanto por esta opción y es la que usan las hermandades llamadas de bulla). Otros que se usaban para hacer una representación sonora de la Pasión de Cristo (por esta razón se explicaría el llevarlas delante de los pasos y es la opción que suelen usar las hermandades de negro).
Otros dicen que es en recuerdo de los soldados que acompañaron a Cristo hasta el Calvario (y las ponen al lado del Senatus). Carecen, pues de significado litúrgico y, desde luego, han perdido totalmente su vertiente musical para convertirse en enseres meramente ornamentales.
En los paños de las bocinas podemos ver representados el escudo de la hermandad, pasajes pasionales o simplemente el raso del terciopelo. Se suelen colocar 4 en el cortejo del Cristo y 2 en el cortejo de la Virgen (aunque no le encuentro mucha lógica a llevarlo en el cortejo de la Virgen), en caso de ir solo en un paso lo más lógico que es que vayan en el del Cristo, ya sea abriendo el cortejo ó al lado del Senatus, dependiendo del significado que se le quiera dar. Las Bocinas no se flanquean nunca con ningún acompañamiento.
Artículo enviado por:
Jesús Manuel Cedeira Costales.
Fuente:
cofrades.sevilla.abc.es
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