Del libro de Judit 9, 10-11
Destruye, oh Señor, por medio de una mujer, su arrogancia.
Porque tu poder no depende el número, ni del valor de los hombres tu fuerza. No hay mal mayor y peor que el pecado, y no hay victoria más grandiosa que la que se llevó a cabo en la cruz, dado que en ella el pecado fue dérrotado por el amor de Jesús.
En la cruz el Hijo de María se muestra como Señor que vence el pecado y la muerte por medio de su muerte y su posterior resurrección. Gracias a ellas, el Señor abre para nosotros el camino que lleva a la vida.
Junto a Él, en el Calvario, está María ofreciéndose con su Hijo para la salvación del mundo. Ella, desde la cruz nos dice: "Venid y ved" a Jesús, consagrado por el Espíritu Santo, que es imagen visible del Dios que no se ve.
"Venid y escuchad" a Jesús que es la Palabra y Sabiduría de Dios por medio del cual Dios Padre creó todas las cosas. "Venid y comed" a Jesús que es el Pan de la Vida que da vida al mundo.
Artículo enviado por:Jesús Manuel Cedeira Costales
Fuente:http://www.santuariodecovadonga.com
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